jueves, 20 de noviembre de 2008

Participatory Democracy Cultural Initiative, Inc.

Miami - Madrid - Caracas

Noviembre 18, 2008 (Año III, Nº 49)

Estimados amigos de la democracia y defensores de los derechos humanos:

Uno de los propósitos primordiales de DemocraciaParticipativa.net es la defensa de los derechos humanos dondequiera se conculquen o se vean amenazados. Por ese motivo nos hacemos eco de esta declaración recibida hoy desde Nicaragua.

Cordialmente,

:::Gerardo E. Martínez-Solanas, Director
DemocraciaParticipativa.net
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COMUNICADO URGENTE

El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) expresa a la opinión pública nacional e internacional su indignación por el atropello reiterado de los derechos y libertades de los nicaragüenses.

Lo que hemos visto la tarde de hoy 18 de noviembre, es la obstaculización agresiva del derecho de manifestación de un sector del pueblo nicaragüense. Se está sentando así el gravísimo precedente de que simpatizantes del FSLN y empleados del gobierno, coludidos por órdenes superiores, en una muestra evidente de la confusión Estado – Partido agreden impunemente, tanto física como psicológicamente a la población en general y a quienes demandan respeto a la voluntad popular expresada en las urnas.

Condenamos enérgicamente esta consolidación de la confusión Estado - Partido como política de Estado y mecanismo de gobierno. Ante la anunciada manifestación de la oposición, el gobierno, desde el día de ayer decidió que las Instituciones del Estado concluirían su jornada al mediodía de hoy, y se ha visto el espectáculo grotesco de altos funcionarios del Estado encabezando el desorden y la agresión que estamos condenando como violaciones graves de Derechos Humanos.

La acciones protagonizadas por el partido de gobierno la tarde de hoy, no fueron una celebración espontánea, como afirma el oficialismo, ni el ejercicio de un legitimo derecho de petición ante el Consejo Supremo Electoral, sino una movilización delictiva organizada con los recursos que brinda el poder, y el abuso de los mismos, con personas traídas desde León, Masaya, Chinandega y otros departamentos, para impedir que se realizara la marcha convocada por la oposición.

Los hechos violentos a que hacemos referencia son la continuación de un actuar delictivo del partido de gobierno. Las fuerzas de choque en que ha convertido la dirigencia partidaria a sus simpatizantes han sitiado Managua. Enmascarados, armados de palos, piedras y morteros amenazan y agraden a la ciudadanía. En tanto, su líder brilla por su ausencia, supuestamente resguardado en su residencia saboreando el fruto del caos en que su errático proceder gubernamental y partidario ha conducido al país, imponiendo por las vías de hecho la suspensión de las garantías y libertades de la población.

Como organismo de derechos humanos no nos cansaremos en reiterar nuestro llamado al Presidente Daniel Ortega a que rectifique y deje de azuzar la violencia e impedir que la gente se manifieste libremente. Nuestro llamado a los simpatizantes del FSLN, a no seguir dejándose instrumentalizar. Nuestro llamado también a la oposición a ejercer su derecho de manifestarse cívicamente y no responder con los mismos métodos violentos con que se les agrede.

Hacemos un llamado a la Policía Nacional , en uno de los momentos más difíciles y dramáticos en su vida institucional. La Policía Nacional se ha visto ciertamente desbordada por los hechos y por actores manipulados que no tienen reparo en erigirse en "autoridad" y proceder arbitrariamente. Ante estos hechos la Policía Nacional de be persistir en su empeño por defender su institucionalidad y el derecho a la vida de los nicaragüenses como la prioridad que expresara la Comisionada General Aminta Granera y considera que el actuar policial debe también contribuir a la garantía de los demás derechos reconocidos constitucionalmente.

El CENIDH reitera su condena a estos actos de violencia, se solidariza con todas las personas agredidas física y psicológicamente, especialmente con los medios de comunicación y con los periodistas que hoy cosechan la carga de odio que sobre ellos ha impulsado el actual gobierno como una política de comunicación gubernamental.

El gobierno debe rectificar porque con esta actuación está erosionando las bases de la convivencia pacífica de los nicaragüenses y amenazando de manera irreparable el ejercicio de los derechos humanos, la democracia y el desarrollo de nuestro país.

Managua, 18 de noviembre de 2008

¡DERECHO QUE NO SE DEFIENDE, ES DERECHO QUE SE PIERDE!

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