viernes, 28 de noviembre de 2008

“UNIDOS POR LA DEMOCRACIA” MENSAJE A LA NACION DE EDUARDO MONTEALEGRE R.

Jueves, 27 de noviembre de 2008

“UNIDOS POR LA DEMOCRACIA” MENSAJE A LA NACION DE EDUARDO MONTEALEGRE R.,
PRESIDENTE DEL MOVIMIENTO “VAMOS CON EDUARDO”


El Gran Fraude Orteguista convirtió lo que antes era una fiesta cívica para elegir nuestras autoridades, en una lucha de los nicaragüenses por preservar sus derechos ciudadanos. Nuestra lucha hoy no es una batalla entre diferentes ideologías, no es una lucha entre la izquierda y la derecha, no es una lucha entre partidos políticos.

La ambición desbocada de Daniel Ortega la ha convertido en una lucha entre la libertad y el miedo, entre la democracia y la dictadura, entre los demócratas nicaragüenses y la familia dinástica.Ortega y quienes irresponsablemente lo apoyan, quieren implantar el régimen del terror, quieren someternos al silencio de los esclavos, quien callar nuestras voces reclamando nuestros derechos. Pero es imposible callar la voz y borrar la memoria de todo un pueblo que sabe que los demócratas ganamos estas elecciones. Por eso no aceptamos ni aceptaremos los resultados que con descaro anunció el Consejo Supremo Electoral el pasado viernes.Ellos quieren arrastrarnos al terreno de la violencia para justificar la dictadura, lejos del respeto a nuestros valores democráticos.

Todos y cada uno de los nicaragüenses somos testigos del caos institucional que hemos presenciado en estos últimos días, donde la calle es gobernada por los pandilleros armados de machetes por el gobierno, donde el tráfico está a merced de delincuentes disfrazados de políticos. Las balas, machetes, piedras y morteros han sustituido a la ley y el orden ¡Esa es la Nicaragua que Ortega quiere!

Hoy, nuestras aspiraciones políticas se convierten en un compromiso ineludible para preservar nuestros derechos democráticos, nuestro derecho a vivir en paz, nuestro derecho a convivir en tolerancia, después de una guerra entre hermanos a la que nadie en su sano juicio quiere regresar. Si hay algo que tenemos que aprender de este gran fraude, es que para sobrevivir democráticamente tendremos que deponer todas nuestras aspiraciones personales y partidarias ante la amenaza de la bestia de la tiranía.

Todos, absolutamente todos, quienes queramos convivir en paz, en tolerancia, en solidaridad y en progreso, nos olvidaremos de nuestras diferencias políticas para conformar un movimiento nacional. Y vamos a utilizar todos los medios que el ejercicio democrático y nuestra Constitución Política nos dan, para defender el sistema democrático, único garante de nuestros derechos humanos y políticos. Como principal resultado de las elecciones municipales, se ha creado un gran consenso nacional, que el fraude orteguista quiere desarticular con la violencia y el miedo, con injurias y con calumnias.

El voto mayoritario dijo NO a la dictadura. El gran fraude desenmascaró a Ortega. El Ortega de los ochenta no ha cambiado, es el mismo de la “noche oscura”.Nuestra principal labor será estructurar este gran consenso nacional, consenso formado por los ciudadanos independientes indignados por el irrespeto al voto popular, por la amenazada sociedad civil, por los cristianos que están viendo irrespetada su fe, por los gremios del sector privado y los medios de comunicación, igualmente amenazados. Un consenso que reúna todos los partidos políticos: PLC, MRS, PLI, Movimiento Vamos Con Eduardo, Camino Cristiano, Resistencia Nicaragüense, conservadores, socialcristianos y también a muchos sandinistas conscientes de lo que ocurre en el país. Nuestro reto será consolidar este consenso y convertirlo en un movimiento nacional donde haya sitio para todos, donde nuestras diversidades sean propulsoras de cambio y nunca de dispersión. Eso es lo que las grandes mayorías, que nos respaldaron con su voto, esperan de nosotros. ¡No podemos defraudarlos! Unidos lucharemos en la Asamblea Nacional, para detener los desmanes dictatoriales de Ortega y devolverle la legitimidad perdida al Poder Electoral.Unidos protestaremos pacíficamente para devolver el orden de las calles a las fuerzas públicas.

No podemos permitir que la Policía Nacional sea sustituida por vándalos y delincuentes disfrazados de simpatizantes políticos. No podemos permitir que los empleados públicos sean abusados en sus derechos. No podemos permitir que abusen de nuestros símbolos religiosos y culturales en forma tan cínica y degradante, propia de quienes se han aislado por su soberbia de la realidad nacional.Unidos lucharemos en los foros internacionales para que se conozca la verdad nicaragüense, principalmente la pérdida de legitimidad de este gobierno expresada claramente por este gran fraude electoral.Unidos tenemos que preservar la libertad de expresión y vencer el miedo a la opresión y la persecución política. Unidos lucharemos por la paz, la paz que permite el desarrollo nacional, la generación de empleos y la satisfacción de las necesidades de nuestra población amenazada por la crisis de la economía mundial y el desgobierno actual.Unidos tenemos que hacer valer nuestro voto, para mantener a Nicaragua en su ruta democrática.

No permitamos que las ambiciones desbordadas de Ortega descarrilen las aspiraciones de todos los nicaragüenses.Los nicaragüenses queremos vivir en paz, libres de temor, en tolerancia y construyendo una República de todos y para todos.Unidos vamos a preservar la paz social, que tanto ha costado construir. Rechazamos la lucha de clases que Ortega intenta desatar sembrando odio y desesperanza en los más necesitados.
Los nicaragüenses hemos aprendido a superar las dificultades mediante la educación, el trabajo y la solidaridad. ¡No podemos regresar a la lucha entre hermanos!Unidos los líderes demócratas, olvidando nuestras fallas, deficiencias y diferencias del pasado, debemos sustituir nuestras aspiraciones partidarias por la determinación nacional de que Nicaragua vuelva a ser República. Eso es lo que el pueblo mayoritariamente demanda de nosotros. No tenemos alternativa: O permitimos la dictadura de una nueva familia dinástica o construimos una democracia para todos. Muchas gracias

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